Hoy le hablaré de la bella naturaleza de Venezuela, ésta guarda hermosos paisajes que llenan de poesía mi alma.
Se imaginan volar esta roca inmensa que nos acompaña para proteger nuestra fauna.
Descubrir como Rómulo Gallegos en su descripción en canaima.
Como corren los ríos de la imaginación para arropar con esas calles de oro los sentimientos por mi querida tierra amada.
Todo corre como un manantial de aguas dulces.
Respirar ese aire puro de los pastos.
"y el verso cae al alma como pasto al rocío"
Como diría Pablo Neruda.
Esa alfombra que arropa los valle de mi tierra dicen lo grande que es el amor de Dios por sus hijos.
"En verdes pastos me hace descansar" como lo diría el salmista en sus anhelos por el amor del señor.
Y respiro y toco los latidos de mi corazón, no lo veo pero lo siento, así es Dios.
Y contemplar las playas de mis costas y ver los múltiples colores de mi cielo que se resplandece en el mar y lo hacen suyo.
Puedo hechizarme en esas aguas frías y díafanas. Donde veo mi cuerpo rebozando de alegría.
Mirar esas montañas verdosas por estas calle de oro.
Y deleitarme con los cantos de las aves que cantan al aire que cantan la vida.
Y sobre viven a su destino.
Como las bestias se abrazan y luego son domadas por cuerpos celestes llenos de energía y vigor.
Y mirar la promesa de no inundar la tierra con agua sino con un aire de paz y amor.
Aquí estoy tratando de describir a esta hermosa naturaleza que me dio la vida, que no es más que el mismo Dios.
Como las fieras hacen la voluntad de Dios y no salen de sus selvas.
Además de las flores que lucen sus colores.
Mi alma hoy canta su resurección ...